¡Hola chicas! Se nos va el 2018 y yo estoy por salir a la calle y gritar a los cuatro vientos GRACIAS. En febrero de este año, tímida y con mil miedos en la cabeza, me decidí a jugarme por este sueño de cambiar mi vida para siempre. Me propuse reinventarme y transformar una pasión que pensaba sería un lindo hobby en mi medio de vida, mi nueva profesión. Me prometí a mi misma no ser una persona más que se dedique a imagen sino traer algo distinto a la mesa, mostrar que la imagen no es algo superficial o banal y que trabajar en ella no es solo para algunas personas. Se trata de algo que muchas veces nos cala más profundo, impactando directamente sobre nuestra autoestima y confianza en nosotras mismas. Creo fervientemente en que todas podemos sentirnos bien con cómo nos vemos, sin cambiar nada de nuestros cuerpos. El primer paso está en nuestra cabeza, en aceptarnos más, en mirarnos y tratarnos con más amor. Cuando lo logramos, se abre un mundo nuevo, nos permitimos mostrar quienes somos, libres de prejuicios y limitaciones (la mayoría de las veces autoimpuestas).
Sabía que uno de mis mayores desafíos era que este enfoque gustara, se entendiera y se compartiera. Porque no estamos acostumbradas a que nos digan, “estás bárbara así como sos” y menos cuando hablamos de imagen. Pero la realidad es que odiar tu cuerpo nunca te va a llevar tan lejos como amarlo, y para mí este es el único camino. Mi anhelo es que nos podamos sentir más libres de expresar quienes somos a través de nuestra imagen, no atenernos tanto a las “reglas”; que “si soy caderona puedo usar esto” y “será adecuado para mi edad” ya no sean lo que define lo que usamos, sino que lo que prime sea que descubras tu verdadero estilo y lo saques a pasear por la calle feliz de la vida. No hay prenda que te siente mejor que la seguridad y la tranquilidad de que amas como te ves, independientemente de qué sea lo que tengas puesto en ese momento.
Hoy puedo decir con alegría que me dedico a ayudar a otras mujeres a recorrer este camino, a que sean más felices con cómo se ven por fuera y como se sienten por dentro. Y les puedo asegurar que es un camino que me ha dado tanto a mí como a ellas. Así que por eso quiero decirles, GRACIAS. A cada una de ustedes, por estar del otro lado, por contarme sus experiencias, por venir a mis talleres, por sponsorearlos, por darme la chance de compartirles algo de esto que amo y en lo que creo con el corazón. Quiero darle las gracias especialmente a mis clientas, que con muchas de ellas he generado un vínculo que excede lo profesional, cada una de ustedes mujeres maravillosas que se animaron a ir a más y me eligieron a mí para acompañarlas en ese viaje. Y por último, pero no menos importante, gracias a mi familia y muy especialmente a Gabriel (mi marido y el principal motor atrás de esta locura). Emprender es un camino que muchas veces parece solitario pero cuando miro para atrás siento que nunca estuve más legítimamente acompañada en mi vida.
No queda mucho más para decir, solo desearles a todas un excelente año, lleno de éxitos, risas, buenos outfits y mucho amor. ¡Esto recién empieza!
Un beso enorme a todas y ¡bienvenido 2019!
Les comparto algunos de los momentos destacados de 2018...
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